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sábado, 14 de abril de 2018

Octaviano de la Mora (1841-1921)

Octaviano de San Juan de la Mora Riesch, nacido en Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, el 24 de junio de 1841 fue uno de los principales fotógrafos de estudio del siglo XIX mexicano. Por los años de Guerra de Reforma las circunstancias lo empujaron a la capital del Estado, en donde hizo rápidos estudios artísticos que perfeccionó después viajando por Europa y los Estados Unidos. La transformación que con estos estudios y con estos viajes sufrieron su carácter y sus inclinaciones, realmente causaron sorpresa a todos los que conocieron al niño campesino convertido en un joven consagrado a las Bellas Artes. Aunque se sentía con impulsos para cultivar el dibujo o la escultura habiendo hecho algunos ensayos de mucho porvenir, se encontró con que ya no era tiempo de estacionarse, sino que creyó de más pronta ejecución la fotografía y a ésta consagró todo su talento, dándole en la práctica resultados maravillosos. En pocos años se puso al corriente de los inventos modernos, se proveyó de los mejores útiles y estableció una oficina fotográfica en Guadalajara que ha alcanzado una reputación universal. Tomó muchos retratos a Porfirio Díaz, al general Ramón Corona, Mariano Bárcena, y a todas las familias adineradas de Jalisco, como los Hijar y Haro Gortázar, los Cañedo, los Rincón Gallardo y a sus sobrinos los Cuesta Gallardo (él era primo de Josefa Gallardo Riesch), también a artistas como Ángela Peralta. Retrató a Ignacio Luis Vallarta, al gobernador Francisco Tolentino y a cientos de personalidades durante más de 40 años, también realizó fotos de exteriores de Guadalajara consideradas en la actualidad como anónimas. La prensa de la época siempre lo mencionó como un fotógrafo excelente, de los mejores, o el mejor retratista de la época. De la Mora cambió su residencia a la ciudad de México en 1900. Murio en Ciudad de México, el 15 de mayo de 1921.

Luis Benito Ramos (1899-1955)

Luis Benito Ramos, nacido en Guasca, Cundinamarca, el 31 de diciembre de 1899, fue un fotógrafo colombiano contemporáneo de un grupo de fotoreporteros entre los que se encontraban figuras como Ignacio Gaitán, Sady González, Carlos Caicedo y Leo Matiz. Ramos fue un amante de la belleza y de las artes. Así fue como el gobierno colombiano le otorgó, a él y a Adolfo Samper, una beca para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de París de 1928 a 1934. Fue allí donde conoció el trabajo fotográfico de Henri Cartier-Bresson y otros fotógrafos que le empezaron a definir un estilo y gusto propios. A su regresó a Colombia, abandonó parcialmente la pintura para dedicarse a la fotografía. Durante diez años absorbió gran parte de su tiempo para dejar la pintura como un pasatiempo secundario. Ya en Colombia, sorprendió a los otros fotógrafos que todavía utilizaban equipos más grandes y pesados con su cámara fotográfica Rolleicord que había comprado y aprendido a utilizar en Europa, lo que le permitió tener mayor libertad y versatilidad para la composición fotográfica. Más tarde utilizaría una cámara Rolleiflex. El 22 de agosto de 1938 Luis Ramos inaugura una exposición en el Teatro Municipal de Bogotá, celebrada en el marco del IV Centenario de la ciudad, titulada 50 aspectos fotográficos de Colombia. Su obra estaba en correspondencia con la sensibilidad cultural nacionalista del momento, en una época en la que el regionalismo era la línea dominante en la producción artística. La crítica contemporánea reparó en la alta calidad de sus imágenes, que hoy permiten calificarlo como uno de los más importantes fotógrafos modernos activos en Latinoamérica en los años treinta del siglo XX. Su trabajo presenta la vida y el quehacer del campesino y el trabajador. Viajó por los pueblos y los barrios de las ciudades capturando con habilidad la miseria, el dolor, el hambre, la angustia, la devoción, la belleza y el alma de las personas, situaciones y lugares. Además, combina la visión moral con la forma geométrica que caracterizó el trabajo de fotógrafos como Cartier-Bresson en el que se intenta capturar el instante de verdad del país. Entre 1934 y 1939 Ramos realizó una crónica sobre el hombre común del pueblo colombiano, en especial del ámbito rural, que fue profusamente divulgada en los semanarios ilustrados de amplio tiraje nacional. En 1937 la revista alemana Gebrauchsgraphik publicó una buena parte de su trabajo. Ramos fue adicionalmente colaborador en la revista Pan en la que se promovían competencias fotográfícas. Murio en Medellín, el 28 de marzo de 1955. Entre abril y junio de 1987 se realizó una exposición retrospectiva de su obra en la Biblioteca Luis Ángel Arango. ​Su obra se reparte entre la Colección de arte del Banco de la República y colecciones privadas.