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martes, 21 de febrero de 2017

El Neorrealismo Italiano III

La realidad de la Italia de posguerra y la reconstrucción. Fotografía documental humanista. La pobreza en el campo y la ciudad. Italia, como otros países europeos, se sumerge en un período negro tras la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando surge con fuerza el Neorrealismo o realismo social en el continente. Este movimiento, que tuvo una gran presencia en la fotografía y el cine, denuncia la extrema situación de pobreza y paro de la época. El neorrealismo se desarrolló entre finales de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la industrialización. "El neorrealismo no es nada, tan sólo una idea, un punto de vista, una actitud moral". Esta definición de Cesare Zavattini explicaba con claridad que el neorrealismo fue más un medio para documentar una realidad social, utilizando principalmente el cine y la fotografía, que una corriente artística. De todas maneras, y para el espectador comun, es uno de los estilos visulamente mas agradables de la historia de la fotografia. El Neorrealismo en el cine apareció inmediatamente después del cese de las hostilidades mediante la presentación de su primera obra maestra, "Ciudad Abierta", de Roberto Rossellini, ya en 1945, que fue seguido por otros titulos, entre 1946 y 1953, obras fundamentales de la cinematografia neorrealista. La fotografía de posguerra, por el contrario, se estenuò en la búsqueda de una especificación de producto específico que la liberara de la pintura y de la indiferencia de la cultura oficial, como consecuencia, perdió la oportunidad de documentar los pasajes sobresalientes de esos momentos extraordinarios, cosa que estaba bien dentro de sus capacidades. El manifiesto publicado en 1947 por el grupo La Bussola, fundada por Giuseppe Cavalli, dijo que la fotografía poseía cualidades que hacen que sea independiente de cualquier otra disciplina figurativa, advirtiendo sin embargo que el documento no es arte. La fotografía de La Bussola, una fotografía abstracta, metafísica, que se caracteriza por un tono de "alta" y una gran pureza formal, era el producto de toda esa generación de fotógrafos de la clase media que se habían formado antes de la guerra, y que comenzó a hacer su camino influidos por los trabajos de los fotógrafos de la FSA y la revista Life, los representantes de la escuela humanista francesa, y la fotografía subjetiva de Otto Steinert en Alemania. Los fotógrafos de la posguerra se dieron cuenta, que Italia era un país aún por descubrir, especialmente en el sur, donde el final de la guerra había llevado a la sociedad a una condición social de deterioro inimaginable. Muchos de ellos trabajaron por tanto, al sur de Nápoles, en las minas de azufre de Sicilia, en los paisajes desolados de Lucania. Esta táctica dio fuerza a la fotografía italiana y renovo en gran medida sus posibilidades expresivas. Dos caminos, uno el del Circulo Fotografico La Gondola que se dirige principalmente a la ciudad de Venecia de la cual se pasa por alto la sección monumental para vagar en la superficie inferior del tejido arquitectónico y el flujo sordo de la vida diaria que que la guerra habia lesionado. Fue un comentario en voz baja, a veces lírico. La otra vía de la exposición se refiere a algunos autores entre los más importantes de la década 1950-1960 que presentan un peregrinaje a través de Italia, con los primeros indicios de la bonanza económica que estaba transformando la realidad social del país. La fotografía, finalmente, fue un testigo del desmoronamiento de ese mundo, especialmente de campesinos y pequeños burgueses, presionado por un progresivo bienestar que, sin embargo, no se distribuia de forma homogénea dejando grandes bolsas de desigualdad. Branzi, Giacomelli y los demás se movieron de forma individual, dando cada uno su propia versión de los hechos. Dos caminos, pero la misma estetica. La seleccion de los 40 fotografos repesentativos del Neorrealismo Italiano, proviene del catalogo de la exposicion, Echi neorealisti nella fotografia italiana del dopoguerra, curada por La Gondola y realizada en el Museo di Palazzo Grimani de Venecia en 2012.

Angelo Begelle 



Carlo Trois 



Ferruccio Ferroni 



Giorgio Giacobbi 



Laura Martinelli Stroili 



Paolo Monti 



Rinaldo Cortese 



Vincenzo Balocchi