Gunnar Smoliansky (1933)

Gunnar Smoliansky es uno de los fotógrafos más importantes de Suecia. Nació en 1933 en Visby, en la isla de Gotland, y se ha dedicado a la fotografía desde principios de los años cincuenta. Smoliansky ha sido un artista independiente desde la década de 1970, trabajando casi exclusivamente con la imagen fotográfica. Su obra es única, aunque consciente de su lugar en la historia de la fotografía. Fue reconocido por su fotografía a través de su primer trabajo independiente, y una carrera que lo llevó a trabajar como asistente de fotógrafo y a asistir a la escuela nocturna con Christer Strömholm. Entre 1956 y 1963 fue fotógrafo industrial. Gunnar Smoliansky siempre revela e imprime sus propias fotografías. A lo largo de su carrera, ha transformado sus motivos fotografiados en fotos completas en el cuarto oscuro. Estocolmo es el foco principal del mundo fotográfico de Smoliansky, particularmente en las áreas de Södermalm y Saltsjö-Boo, las dos partes de la ciudad en las que ha vivido y trabajado durante la mayor parte de su vida. Desde un punto de vista geográfico, las fotografías de Gunnar Smoliansky tienen un alcance bastante restringido. Sin embargo, esto no le ha impedido ser considerado como uno de los mejores fotógrafos del mundo. Desde el comienzo de su carrera a principios de la década de 1950, desarrolló su propio estilo artístico, que todavía caracteriza a sus imágenes en la actualidad. Su ojo fotográfico acentúa los objetos en el espacio, retrata a los transeúntes, así como a las calles de las casas, captura los detalles de los edificios y, una y otra vez, los árboles. Preferiblemente en formato pequeño, a menudo cuadrado y siempre en blanco y negro, organiza líneas, objetos y superficies en un patrón equilibrado. Sus motivos nunca parecen morbosos ni distorsionados; más bien, cada imagen individual parece atestiguar una armonía y homogeneidad universales de los eventos: las ventanas en la pared de una casa antigua se convierten en un objeto de estudio para las teorías de diseño gráfico; la expresión intensiva de una hermosa joven en la carretera nos recuerda una escena de una novela para adultos jóvenes. El trabajo en el cuarto oscuro es siempre un aspecto creativo importante para él: experimenta con detalles, contraste y tonos grises, realzando su talento artístico con artesanía fina. Sin embargo, las fotografías de Smoliansky no cuentan una historia coherente. Sus imágenes no encajan en el género del fotoperiodismo: las formas, los objetos y las estructuras compiten por llamar la atención con una fuerza evocadora urgente. En el mundo literario, probablemente habría sido un poeta, destacando detalles de la vida cotidiana que reflejan la naturaleza misma de nuestra existencia en resumen, cuestionando los versos. Estos "poemas visuales" abren los ojos del observador, para disfrutar de la belleza y la veracidad en el aquí y el ahora, y descubrimientos sorprendentes más allá de lo familiar.