Letizia Battaglia (5 de marzo de 1935) es una fotógrafa y fotoperiodista italiana. Aunque sus fotos documentan un amplio espectro de la vida siciliana, es mejor conocida por su trabajo sobre la Mafia. Nació en Palermo, Sicilia. Casada a los 16 años, se dedico al fotoperiodismo después de su divorcio en 1971, mientras criaba a tres hijas. Uso una cámara cuando descubrió que podía vender mejor sus artículos si los acompañaba con fotografías y poco a poco descubrió una ardiente pasión por la fotografía. En 1974, después de un período en Milán durante el cual ella encontró a su socio de largo plazo Franco Zecchin, volvió a Sicilia para trabajar para el diario de izquierda L'Ora en Palermo hasta que fue obligado a cerrar en 1992.
Battaglia tomó unas 600.000 imágenes mientras cubría el territorio para el diario. Con los años documentó la feroz guerra interna de la Mafia y su asalto a la sociedad civil. Battaglia se encontraba a veces en la escena de cuatro o cinco asesinatos diferentes en un solo día. Battaglia y Zecchin produjeron muchas de las imágenes icónicas que han llegado a representar a Sicilia y a la Mafia en todo el mundo. Fotografió a los muertos tan a menudo que era como una morgue ambulante. "De repente", dijo una vez, "tenía un archivo de sangre".
Battaglia también se involucró en cuestiones de la mujer y el medio ambiente. Durante varios años dejó de tomar fotografías e ingresó oficialmente al mundo de la política. De 1985 a 1991 ocupó un puesto en el Ayuntamiento de Palermo para el Partido Verde, de 1991 a 1996 fue diputada en la Asamblea Regional de Sicilia para The Network. Ella fue instrumental en salvar y revivir el centro histórico de Palermo. Durante un tiempo dirigió una editorial, Edizioni della Battaglia, y co-fundó un diario mensual para mujeres, Mezzocielo. Está profundamente involucrada en el trabajo por los derechos de las mujeres y, más recientemente, de los presos.
En 1993, cuando los fiscales de Palermo acusaron a Giulio Andreotti, que había sido primer ministro de Italia siete veces, la policía registró los archivos de Battaglia y encontró dos fotografías de Andreotti de 1979 con un importante mafioso, Nino Salvo, que había negado conocer. Aparte de los relatos de los testigos, estas imágenes eran la única evidencia física de las conexiones de este poderoso político con la mafia siciliana. Battaglia había olvidado haber tomado la fotografía. Su significado potencial fue evidente sólo 15 años después de que fuera tomada.
En 1985 recibió el W. Eugene Smith Grant in Humanistic Photography. En 1999 ella recibió el premio vitalicio Mother Jones International Fund for Documentary Photography. En 2007 recibió el Erich Salomon-Preis, un premio de la "Deutsche Gesellschaft für Photographie (DGPh)", el premio más prestigioso en Alemania. En 2009, recibió el Cornell Capa Infinity Award por el International Center of Photography. En 2005, apareció en el documental Excellent Cadavers basado en el libro de 1995 de Alexander Stille. Battaglia juega el papel de superviviente y testigo presencial apasionado. Battaglia tiene una aparición en la película de 2008 de Wim Wenders Palermo Shooting como fotógrafa.