En 1955 realizó su primer reportaje, Borgo de Dios, publicado en Fotodocumentari Nuovo Cinema y considerada una de las obras maestras de la fotografía neorrealista en Italia. Simultáneamente a su iniciación como reportero, expone en solitario en primer lugar en Roma, en 1956, en la Galería Obelisco, en el año 1957 en la Galleria La Bussola en Turín y en 1960, por invitación de Lamberto Vitali, en la Trienal de Milán. Sige colaboraciones con varias revistas nacionales de los años cincuenta y sesenta, entre ellos el legendario Il Mondo de Mario Pannunzio.
Dada la baja oferta en Sicilia de asignaciones tipo fotoperiodismo, se vio obligado a aceptar unas obras de carácter documental y pasa la mayor parte del año en 1959 subido en los andamios del Duomo di Monreale por un relevamiento casi completo de los mosaicos ( lo llamó su "servicio militar"). En 1961, la revista suiza Du le encargó un servicio en Palermo para un número especial dedicado a la ciudad y para el número de Navidad de 1962, otro informe completo sobre los países del Etna.
La colaboración con la revista suiza Du le abre las puertas de la fotografía internacional. En 1962 fue nombrado para el EMP (Revista Europea de Fotógrafos), una asociación para la promoción de la buena fotografía, lugar de grandes reuniones, pero de corta duración, que se basa en Colonia y recoge algunas de los mejores fotógrafos de Europa.
En el mismo año fue invitado por el recién nacido ZDF, la red nacional de televisión alemana, para participar en una película sobre Alemania, tomada a partir de fotografías de Hiroshi Hamaya, Will McBride y el mismo Sellerio. En 1962 comenzó su colaboración con Vogue como freelance con estancias cortas, primero en París y luego en 1965 y 1966 en Nueva York, donde también recibe un encargo de la revista Fortune. Para Vogue o por su cuenta, fotografio en esos años a una serie de artistas e intelectuales como Arthur Miller, Christo, Saul Steinberg y otros protagonistas de la vida cultural de la época. En 1967 comienza a hacerse cargo de colaborar en la publicación de una serie de textos de Sicilia promovidos por la Asamblea Regional de Sicilia, para los cuales cura, en 1968, junto con Gioacchino Lanza Tomasi, autor de los textos, una serie de suplementos a la revista Crónicas Parlamentarias, dedicada a la sede del poder eclesiástico y secular. A continuación, se reúnen en un solo volumen, publicado en tan sólo bajo el título de Castillos y monasterios sicilianos. Gracias a este libro Sellerio decide acabar definitivamente la publicación. Al año siguiente fundó, junto con su esposa Elvira Giorgianni "Sellerio Editor" para el diseño de libros de arte y gráficos. En 1983 la editorial se divide en dos entidades distintas que mantienen el mismo nombre, una publica no-ficción y ficción, la otra volúmenes de arte y fotografía. Murió en Palermo en 2012, a los 87 años.